Tras 59 días del permiso de Rafael Acosta "Juanito" éste decide, ante el desconcierto de muchos, reclamar su puesto como jefe delegacional de Iztapalapa. Pero, claro está, Carla Brugada se indigna ante la repentina amenaza y realiza un mitin en la explanada del territorio de sus simpatizante en donde declara ante éstos "Está en manos de ellos hacer que se defienda la voluntad popuar". Y con "ellos" se refiere a la Asamblea Legisativa y al jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.
El populista mandatario se reunió con Juanito la mañana del pasado domingo en casa del jefe de gobierno ubicada en la colonia Condesa de la capital, lugar donde, según declaraciones del mismo Juanito, Ebrard le ofreció la titularidad del Instituto del Deporte del Distrio Federal (IDDF) con el fin de desviarlo de su ambición por sustituir a Brugada, oferta que no fue aceptada por obvias razones. Si bien, dicho instituto no es para nada despreciable, no se compara con la jefatura de una de las delegaciones más importantes de la Zona Metropolitana. Con aproximadamente 2 millones de habitantes, una enorme actividad económica encabezada por la Central de Abastos y abundante movimiento industrial, y una enorme extensión territorial, Iztapalapa tiene un gran presupuesto. Tan sólo en el pasado mes de junio de este año se gastó cerca de 4.5 millones de pesos en el ejercicio.
Está claro que Rafael Acosta no tiene el potencial político para atender las demandas que exige una demarcación de estas proporciones es más, dudo que pretenda hacerlo. Lo que él desea es el poder, poder que otorga el dinero y en sentido contrario, por eso rompió su palabra, por eso su falta de moral política al jugar de esa manera y romper su promesa. Pero la delegación no puede sostenerse de este teatro que la tiene con ingobernabilidad. Pero debemos esperar a la decisión tomada por las autoridades este lunes 30 de noviembre y para observar, sin nada por hacer, el desenlace de este cómico acontecimiento.